sábado, 9 de junio de 2007

Otegi, a la cárcel

La actualidad informativa de hoy abría con el suceso de la entrada en prisión de Arnaldo Otegi, el líder del partido abertzale Batasuna, que fue ilegalizado en el año 2003 por la ley de partidos. Otegi fue encarcelado en el famoso presidio de Martutene (San Sebastián) después de que el Tribunal Supremo le condenara (PDF) a 15 meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo. El motivo fue la participación de Otegi en el homenaje a "Argala", un mítico miembro de la banda terrorista ETA, famoso por participar en el atentado contra Carrero Blanco y que murió en 1981 en un atentado de los GAL contra él.

Las reacciones dentro del mundo abertzale no se han hecho esperar. Un editorial del diario Gara considera que la detención de Otegi es una "respuesta" a la izquierda abertzale como represalia por la interrupción del proceso de paz. Gara considera que el PSOE traicionó a los abertzales durante el proceso de paz, y que el gesto de hoy es la confirmación. Las elecciones del 27-M son el síntoma de que Zapatero fracasó en su intento, según el editorial, para luego expresar que el presidente del gobierno debió haber aprovechado la oportunidad que se le brindó, aunque solo fuera por interés político.

Los medios de comunicación democráticos se expresan de otra manera. El País, en su editorial de hoy, expresa su conformidad con la resolución judicial, aunque no relaciona este suceso con la ruptura del "alto el fuego permanente" de ETA. El editorial de ABC apenas menciona el suceso, y se centra más en destacar su punto de vista sobre la entrevista que se hizo en Cuatro al presidente del gobierno. Por lo general, la red ha expresado su satisfacción con la detención de Arnando Otegi; incluyendo no sólo a los diarios digitales sino también otras formas de expresión como las redes sociales. En este sentido, en el blog de escolar han colgado un hilo que trata sobre este suceso, y ahí también se "celebra" el ingreso en prisión.

Para concluir, aun es pronto para plantear hipótesis políticas acerca de que la entrada en prisión se haga precisamente ahora, cuando el delito por el que se le acusa ocurrió en el año 2003. La ruptura de la tregua parece tener alguna relación, ya que en la entrevista a Zapatero en Cuatro parecía mostrarse más enérgico y contundente contra ETA. El reingreso de De Juana Chaos y la encarcelación de Otegi pueden tener algo que ver con todo esto.

A continuación, diversos cortes de como diferentes televisiones han tratado el tema, según un simpatizante abertzale:




lunes, 4 de junio de 2007

Cuando la verdad estropea reportajes

"En el periodismo se busca la verdad, pues se trata de un trabajo importante y de gran responsabilidad. Nunca hay que tomar identidades falsas y si apuntar los detalles". De esta forma se expresaba Stephen Glass, un joven reportero estadounidense, a la hora de explicar los fundamentos de la profesión periodística. La historia de Glass no es una historia más sobre periodistas; es también un relato didáctico del no-periodismo, y un ejemplo claro de como la prensa digital destapa las grandes mentiras que se cuecen en las redacciones de los grandes medios.

La historia en cuestión se narra magistralmente en la película "el precio de la verdad" y el libro autobiográfico "The Fabulist". La película trata sobre todos los reportajes que Stephen Glass redacta para "The New Republic" y la brillantez con la que en apariencia se involucraba en cada historia, contando relatos emocionantes y estremecedores que sólo tenían un inconveniente: eran falsos. El escándalo jamás se habría destapado sin las investigaciones de la edición digital de la revista Forbes, mucho más humilde que la poderosa publicación The New Republic. En 1998, cuando la prensa on line estaba dando sus primeros pasos, Forbes dio una lección de profesionalidad y rigor al denunciar la falsedad de la columna "Hack Heaven" (en ingles), que relataba como un hacker adolescente puso en jaque a una gran compañía informática con sus ataques (una historia que pudo ser verdad pero no lo fue).

La primera reacción natural después de ver la película es arremeter contra el reportero impostor, y no falta razón pues no hay duda de que la responsabilidad de la mentira es suya. No obstante, también se podría poner en tela de juicio el papel del director de The New Republic, y de todos los compañeros de la redacción. Parece inverosímil que una cantidad de embustes tan llamativos en prácticamente todos los trabajos que Glass hizo para la revista no llamaran la atención de nadie. Todo parece indicar que tanto el director como los compañeros prefirieron proteger a Stephen, aunque con esa decisión se atentase contra los lectores, que ante todo, tienen derecho a que se les cuente siempre la verdad.

Escena de la película con los periodistas de Forbes investigando el artículo.

En todo caso, la película trata con demasiada benevolencia la figura de Stephen Glass. Lo presentan como un personaje con ciertas dificultades sociales, muy preocupado por caer bien a sus compañeros. Le obsesiona la idea que "molestan" sus comentarios, y tiene cierta sugestión hacia una persecución hacia él por parte de los jefes. La moraleja de la película es que se trata de un "buen chico" que sólo mentía para alegrar a sus lectores y a sus jefes. La realidad probalemente sea mucho más cruda. Hay pocas dudas de que Stephen mentía para atribuirse méritos que no eran suyos, y de esa forma traer mejores historias a la redacción. Un caso parecido lo tuvimos en España hace cuatro años, cuando el director de informativos de una televisión llegó a manipular de tal forma la información, que pudo escondernos una Huelga General; aunque por fortuna un tribunal le obligó a rectificar (PDF). Alfredo no mentía para alimentar su propio ego, pero si para servir a los intereses del poder. El resultado, en todo caso, era el mismo: el atentado contra el derecho de los ciudadanos a la información.

El trailer de la película